La Iglesia de la parroquia Malvas, situada a 8 km del cantón Zaruma, es un valioso tesoro arquitectónico y cultural que refleja la profunda historia y devoción religiosa arraigada en la región. Conocida también como la Iglesia de San Jacinto de Malvas, es un punto de referencia clave y un símbolo destacado de la fe católica en la comunidad.
Construida en el siglo XVIII, la Iglesia de Malvas se distingue por su estructura basilical y sus dos entradas, lateral y frontal. En su interior, destaca un espacio dedicado al coro, adornado con láminas de teol que exhiben imágenes religiosas.
Reconocida como Patrimonio Cultural en Grado de Conservación Alto, la iglesia fue restaurada por última vez en 2009 por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural. Considerada una joya del arte religioso en la parroquia de Malvas, acoge misas semanales y festividades patronales en Honor a la Divina Justicia, celebradas cada segunda semana de octubre.
El interior de la iglesia impresiona con sus altares tallados en madera dorada, pinturas religiosas y detalles intrincados que reflejan la fe y devoción de los fieles. Cada rincón de este lugar sagrado está impregnado de historia y significado, convirtiéndolo en un espacio de veneración y contemplación tanto para creyentes como para visitantes interesados en la arquitectura y la historia eclesiástica.
Además de su relevancia religiosa y arquitectónica, la Iglesia de Malvas es un punto de encuentro vital para la comunidad local. Aquí se llevan a cabo celebraciones religiosas, eventos culturales y festividades que fortalecen los lazos entre los habitantes de Zaruma, preservando así la tradición y el legado de este emblemático lugar.