Durante la Semana Santa, la parroquia religiosa San Roque se convirtió una vez más en el escenario del tradicional Vía Crucis Viviente, una conmovedora representación que revive la pasión, muerte y entrega de Jesús.
Con profundo respeto y fervor cristiano, esta manifestación de fe reunió a cientos de devotos que recorrieron las estaciones acompañando a Cristo en su camino al Calvario. La dramatización, cargada de simbolismo y recogimiento, no solo fortalece la espiritualidad de la comunidad, sino que también mantiene viva una de las tradiciones más sentidas y arraigadas de nuestro cantón.
San Roque, reconocida por su vocación religiosa, demuestra año tras año su compromiso con la fe, convirtiéndose en un referente espiritual durante estas fechas sagradas.